TIPOS DE DIVISIÓN CÉLULAR: MITOSIS Y
MEIOSIS
Las células se reproducen duplicando tanto su contenido
nuclear como el citoplasmático y luego dividiéndose en dos. La etapa o fase de
división posterior es el medio fundamental a través del cual todos los seres
vivos se propagan.
En especies unicelulares como las bacterias y las levaduras,
cada división de la célula única produce un nuevo organismo.
Es especies pluricelulares se requieren muchas secuencias de
divisiones celulares para crear un nuevo individuo; la división celular también
es necesaria en el cuerpo adulto para reemplazar las células perdidas por
desgaste, deterioro o por muerte celular programada. Así, un humano adulto debe
producir muchos millones de nuevas células cada segundo simplemente para
mantener el estado de equilibrio y si la división celular se detiene el
individuo moriría en pocos días.
El ciclo celular comprende el conjunto de procesos que una célula debe realizar
para cumplir la replicación exacta del ADN
y la segregación (separación o división) de los cromosomas replicados en dos
células distintas.
La gran mayoría de las células también doblan su masa y
duplican todos sus orgánulos citoplasmáticos en cada ciclo celular:
De este modo, durante el ciclo celular un conjunto complejo de procesos
citoplasmáticos y nucleares tienen que coordinarse unos con otros.
Las plantas y los animales están formados por miles de
millones de células individuales organizadas en tejidos y órganos que cumplen
funciones específicas. Todas las células de cualquier planta o animal han
surgido a partir de una única célula inicial —el óvulo fecundado— por un proceso
de división.
En lo que respecta a la división o reproducción del
núcleo celular (segunda etapa del ciclo celular), existen dos
variantes, dependiendo del tipo de célula que deba dividirse o reproducirse: la
mitosis y la meiosis.
MITOSIS
La mitosis es la división nuclear asociada a la
división de las células somáticas.
Las células somáticas de un
organismo eucariótico son todas aquellas que no van a convertirse en células
sexuales. La mitosis, entonces, es el proceso de división o reproducción
nuclear (del núcleo) de cualquier célula que no sea germinal (sexual). En ella,
una de las estructuras más importantes son los cromosomas, formados por el ADN y las proteínas presentes en el núcleo. Una manera de
describir un cromosoma en forma sencilla sería: corresponde a dos brazos, los
cuales están unidos por el centrómero, en los brazos se ordena el ADN.
Las etapas más relevantes de la
mitosis son:
Interface: Es el tiempo que pasa entre dos
mitosis o división del núcleo celular. En ella, ocurre la duplicación del
número de cromosomas (es decir, del ADN). Así, cada hebra de ADN forma una
copia idéntica a la inicial. Las hebras de ADN duplicadas se mantienen unidas
por el centrómero. La finalidad de esta duplicación es entregar a cada célula
nueva formada la misma cantidad de material genético que posee la célula
original. Además, también se duplican otros organelos celulares como, por
ejemplo, los centríolos que participan directamente en la mitosis.
Terminada la interfase, que es la
primera etapa del ciclo celular; comienza la mitosis propiamente
tal (división de la célula), que se ha subdividido en cuatro etapas:
Profase: las hebras de ADN se condensan y van adquiriendo una
forma determinada llamada cromosoma. Desaparecen la membrana nuclear y el
nucléolo. Los centríolos se ubican en puntos opuestos en la célula y comienzan
a formar unos finos filamentos que en conjunto se llaman huso mitótico.
Nótese que el núcleo (ya sin membrana) y todos los componentes celulares están
dispersos dentro del citoplasma.
Metafase: las fibras del huso mitótico
se unen a cada centrómero de los cromosomas. Estos se ordenan en el
plano ecuatorial de la célula, cada uno unido a su duplicado.
Anafase: los centrómeros se duplican, por lo
tanto, cada duplicado del cromosoma se separa y es atraído a su correspondiente
polo, a través de las fibras del huso. La anafase constituye la fase
crucial de la mitosis, porque en ella se realiza la distribución de las dos
copias de la información genética original.
Telofase: en ella se desintegra el huso
mitótico, la membrana nuclear y el nucléolo reaparecen, los nuevos
cromosomas pierden su forma definida y se transforman en hebras o largos
filamentos de ADN.
Terminada la
telofase se forman dos núcleos idénticos en relación con la cantidad y calidad
de ADN que posee cada célula nueva. A medida que va ocurriendo la
telofase, el citoplasma comienza a separarse en la región de la línea
ecuatorial en dos porciones iguales hasta que forma dos células idénticas entre
sí. Este proceso, que representa una verdadera división del citoplasma
que hasta allí contiene dos núcleos, se llama citoquinesis.
La mitosis (división del núcleo) junto
con la citoquineis (división del citoplasma) representa la forma de
reproducción para los organismos unicelulares. A los organismos
pluricelulares, este mismo proceso les permite reemplazar células muertas o
desgastadas, el crecimiento, la cicatrización, la formación de nuevos tejidos,
etcétera.
MEIOSIS
Debemos recordar que los organismos
superiores que se reproducen de forma sexual se forman a partir de la unión de
dos células sexuales especiales denominadas gametos.
Los gametos se originan mediante meiosis,
proceso exclusivo de división de las células germinales (o células sexuales).
La meiosis es un mecanismo de división celular
que a partir de una célula diploide (2n) permite la obtención de cuatro
células haploides (n) con diferentes combinaciones de genes.
La meiosis consta de dos divisiones
sucesivas de la célula con una única replicación del ADN (previa a la primera
división o meiosis I). El producto final son cuatro células con n
cromosomas.
La meiosis se diferencia de la mitosis
en que sólo se transmite a cada célula nueva un cromosoma de cada una de las
parejas (hay 23 parejas, por tanto son 46 cromosomas) de la célula original.
Por esta razón, cada gameto contiene la mitad del número de cromosomas
que tienen el resto de las células del cuerpo (o sea, 23 cromosomas).
Cuando en la fecundación se unen dos
gametos, la célula resultante, llamada cigoto, contiene toda la dotación
doble de cromosomas (46). La mitad de estos cromosomas proceden de un
progenitor y la otra mitad del otro. La meiosis, entonces, consiste en dos
divisiones sucesivas de una célula diploide (primera y segunda división meiótica),
acompañadas por una sola división de sus cromosomas.
En los organismos multicelulares (el
hombre es uno de ellos), la meiosis ocurre únicamente en los órganos encargados
de la formación de células sexuales. Estos órganos se denominan gónadas en los animales y son los ovarios
de la hembra, que producen gametos femeninos u óvulos, y los testículos
del macho, que generan gametos masculinos o espermatozoides.
En las plantas con flores (fanerógamas o espermatófitas), la meiosis opera en
determinadas estructuras florales: "ovario" y " antera".
Debido a que la meiosis
consiste en dos divisiones celulares, estas se distinguen como Meiosis I y
Meiosis II. Ambos sucesos difieren significativamente de los de la mitosis.
Cada división meiotica se divide formalmente en los estados de: Profase,
Metafase, Anafase y Telofase. De estas la más compleja y de más larga duración
es la Profase I, que tiene sus propias divisiones: Leptoteno, Citogeno, Paquiteno,
Diploteno y Diacinesis
Meiosis I
Las características típicas de la
meiosis I solo se hacen evidentes después de la replicación del ADN
(primera etapa del ciclo celular), cuando en lugar de separarse las cromátidas
hermanas se comportan como bivalentes o una unidad, como si no hubiera ocurrido
duplicación formando una estructura con el cromosoma homólogo (también
bivalente) con cuatro cromátidas.
Las estructuras bivalentes se alinean
sobre el huso, posteriormente los dos homólogos duplicados se separan
desplazándose hacia polos opuestos, a consecuencia de que las dos cromátidas
hermanas se comportan como una unidad, cuando la célula meiótica se divide cada
célula hija recibe dos copias de uno de los dos homólogos. Por lo tanto, las
dos progenies de esta división contienen una cantidad doble de ADN, pero estas
difieren de las células diploides normales.
Profase I
Al comienzo de la profase I, los
cromosomas aparecen como hebras únicas, muy delgadas, aunque el material
cromosómico (ADN) ya se ha duplicado en la interfase que precede a la meiosis.
Muy pronto, los cromosomas homólogos
se atraen entre sí, colocándose uno junto al otro, para formar parejas que se
correspondan y contactan íntimamente en toda su extensión. En este proceso de
apareamiento, llamado sinapsis, cada pareja de homólogos incluye un
cromosoma de origen "paterno" y un cromosoma de origen
"materno", ambos en proceso de condensación.
A medida que continúan acortándose y
engrosando, se hace visible que cada cromosoma está constituido por dos cromátidas
hermanas unidas por un centrómero, de modo que la pareja de
homólogos forma, en conjunto, una estructura de cuatro cromátidas, la tétrada.
Mientras integran una tétrada, las cromátidas no hermanas intercambian
porciones homólogas, fenómeno conocido como entrecruzamiento. La
recombinación de material hereditario en el entrecruzamiento contribuye a la
variación de la descendencia.
Durante la profase I, la célula sufre
cambios similares a los estudiados en la mitosis. Los centríolos (si
existen) se separan y aparecen el huso y los ásteres. La membrana
nuclear y el nucléolo terminan desintegrándose.
En síntesis, la principal diferencia
entre la profase I en la meiosis y la profase de la mitosis radica en la sinapsis,
proceso exclusivo de la meiosis, puesto que no ocurre en la mitosis.
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